Otra de las dudas más comunes sobre cómo instalar ventanas de PVC está relacionada con la necesidad o no de solicitar licencias de obra. No todos los miembros de la comunidad de vecinos están al día de las últimas normativas y, en ocasiones, se toman decisiones personales que afectan a la estética o la seguridad del edificio al completo. En este sentido, uno de los primeros pasos antes de ponerse manos a la obra con la reforma o la instalación de las ventanas de PVC es acudir al Ayuntamiento y conocer de primera mano todas las leyes o requerimientos relacionados.
Por regla general, se necesita el permiso de todo el vecindario para poder poner en marcha la acometida. El Código Civil considera las ventanas como una parte comunitaria (y no privativa) de la comunidad horizontal. De esta manera, cualquier alteración de las mismas, sobre todo si modifica la estética o la naturaleza de toda la fachada, debe ser aprobada por el resto de propietarios. ¿Esto qué quiere decir? El cambio e instalación de ventanas de PVC necesitan la emisión del correspondiente permiso de obra antes de iniciar el proceso.
Aun así, algunas sentencias relacionadas con este tipo de trabajos no han considerado necesaria la concesión de ninguna licencia. En estos casos, los jueces entendían que, a pesar de haber realizado una modificación, esta no comprometía ningún elemento de la fachada (ni seguridad ni estética). Y es que el PVC de calidad ofrece un gran abanico de posibilidades en cuanto a colores y acabados. De esta manera, después del cambio, la armonía del edificio permanece casi invariable.
Si quieres unas ventanas de PVC de calidad, duraderas y cómodas, ten en cuenta todas estas consideraciones y elige los materiales y los instaladores que ofrezcan las máximas garantías.