La instalación de suelo radiante permite refrigerar o calentar una vivienda o cualquier otro edificio, siendo un sistema ideal tanto para pequeños inmuebles -una casa, unas oficinas, etc- como para obras en grandes superficies -naves industriales, plantas de producción, edificios públicos, instalaciones deportivas...- ya sea en obra nueva o en proyectos de reforma.
Aunque en sus inicios este sistema sólo se recomendaba en obras nuevas, los grandes avances tecnológicos en materiales de construcción han hecho posible la creación de sistemas especialmente indicados para trabajos de reformas y rehabilitaciones; los componentes del sistema de climatización radiante ocupan muy poco espacio y su instalación se realiza de manera rápida y sencilla, con la intervención de un único profesional y casi sin herramientas.