El mito de que el PVC sea cancerígeno es una de las típicas leyendas que tiene más ficción que realidad. Sin embargo, esta afirmación es una de las más extendidas en el sector de las ventanas. A pesar de esta “leyenda urbana” no hay ninguna directiva o reglamento de la Norma Mexicana NMX-R-060-SCFI-2013 que defina a este material como un material peligroso, dañino o que entrañe riesgos para la salud; lo cierto es que, hoy en día, todos los estudios han descartado este supuesto.
¿El PVC de las ventanas es cancerígeno?
Primeramente, debemos entender que el PVC es un material presente en nuestro día a día y compone muchos de los productos que utilizamos de manera cotidiana, como botellas de agua o leche, tuberías, piezas de automóviles, juguetes infantiles, entre otros. Lo que quiere decir que nos encontramos en constante contacto con este material sin que sea un riesgo para la salud.
Eficientes, respetuosas con el medio ambiente
Nuestros perfiles de ventanas de PVC están realizados a base de polímeros innovadores, siendo el resultado de procesos productivos completamente respetuosos con el medio ambiente.
¿Entonces por qué algunos dicen que el PVC de las ventanas es tóxico?
Como muchos otros materiales empleados en objetos de uso cotidiano, la producción del PVC o policloruro de vinilo exige la utilización de compuestos que deben seguir un estricto control por parte del fabricante, en este caso el: cloruro de vinilo. Tras el proceso de fabricación (polimerizado), se obtiene el producto final el policloruro de vinilo (PVC) totalmente libre de propiedades perjudiciales para la salud y que podemos disfrutar de un material versátil, seguro y totalmente inofensivo.
En definitiva, no existe ninguna razón científica para discriminar al PVC. Por el contrario, existen una larga lista de ventajas y propiedades, todas ellas muy positivas, que hacen del PVC un material idóneo para un sinfín de aplicaciones. De hecho, al día de hoy es uno de los polímeros más utilizados y está presente en la construcción, automoción, industria, etc. Incluso en un ámbito tan sensible como el sanitario podemos encontrar aplicaciones para componentes fabricados en PVC como son las sondas, bolsas y conducciones para diversos procesos y tratamientos hospitalarios.