Mantener un ambiente agradable en el hogar para hacerle frente a las bajas temperaturas invernales puede suponer un gasto de hasta 1.454 euros/año y familia. Si a ello sumamos los constantes ajustes en las tarifas de electricidad y de gas, no es de extrañar que las búsquedas de sistemas de calefacción y refrigeración de bajo consumo hayan crecido en los últimos años.
Los resultados del último estudio realizado sobre los gastos de calefacción de las familias españolas indican que el consumo medio está entre 760 y 928 euros al año - para los sistemas con gas natural, y entre 1.960 y 2.168 - para los sistemas eléctricos. Frente a estos datos, no quedan dudas de que elegir un sistema de calefacción de bajo consumo se convierte en la clave para conseguir el confort térmico en el hogar y 'hacer las paces' con el presupuesto familiar.
La utilización de sistemas de climatización eficientes y sostenibles - como la calefacción/refrigeración por superficies radiantes - es una de las claves del ahorro, pero no es la única. Por lo general, los sistemas de calefacción y refrigeración de bajo consumo incluyen termostatos para calefacción y sondas que permiten mantener una temperatura constante en hogar, lo que hace posible una estancia más cómoda y evita los picos de consumo.
En el caso de plantearse un cambio en las instalaciones de climatización, es fundamental tener en cuenta no solo la inversión en los sistemas de calefacción de bajo consumo sino el tiempo necesario para su amortización y, por supuesto, el confort climático y el ahorro que puede ser obtenido con los cambios.